No he mentido, ni he dicho la verdad.
Quisiera besarte bajo la atenta mirada de Sevilla, bajo la lluvia, sobre los charcos, en cualquier esquina donde falte amor. Quisiera volver a intentar mirarte de cerca a los ojos y no asustarme. No hacer un análisis de tu mirada, ser a través de ella. Volver a deshacerme al recordar cómo acariciaste mi cara aquella vez.