Recuerdo que naciste un agosto aunque no sepa el día exacto ni la hora. Recuerdo tu talla de calzado y la marca de tus zapatos, aunque no recuerdo los dedos de tus pies. Recuerdo la cicatriz junto a tu ombligo aunque sea innecesario. Bello. Recuerdo tu mirada, pero no la textura de tu piel. Aún se evocar tu olor, aunque nunca llegó a fascinarme. Soy capaz de quererte sin límites, de manera universal aunque ahora no sirva de nada.