Al otro lado del ocèano
Llego al B4 y me siento en las escaleras,
otra vez tengo las gafas llenas de polvo.
Busco en la bolsa y saco la funda para limpiarlas.
Ahora que veo bien, veo que no vas a llegar,
pero aùn asì veo la bolsa rosa donde guardas el tabaco,
esa que llevas llena de horquillas.
Y entonces sè lo grande que es el ocèano que guardan tus ojos.
Ya son menos veinte, es hora de entrar.
otra vez tengo las gafas llenas de polvo.
Busco en la bolsa y saco la funda para limpiarlas.
Ahora que veo bien, veo que no vas a llegar,
pero aùn asì veo la bolsa rosa donde guardas el tabaco,
esa que llevas llena de horquillas.
Y entonces sè lo grande que es el ocèano que guardan tus ojos.
Ya son menos veinte, es hora de entrar.