Mentira
Te recuerdo vagamente aunque siento que ya nos conocemos.
Una sola mirada me advierte de la profundidad y la
perversión,
de lo diáfano de tu alma, pero en otro momento.
¿Me dejas huellas para que sepa por dónde andar?
No sé bien qué hago aquí,
pero a veces tengo deseos de estar encima de ti,
frente a tus ojos.
Mis colículos cuadrigéminos superiores me informan de que me
miras
y entonces, giro la
cabeza a la derecha,
confronto tu imagen
en el espejo junto al sillón
y no entiendo mis repentinos excesos de dopamina en el ATV.
No entiendo este exceso azaroso de endorfinas en mis
estructuras cerebrales.
Acaricio tus orejas mostrando con
ternura mi esencia.