Buenos días: Me gusta saber que existes
Soy el ojo de la ballena,
una vena en la mano de un cuadro de Freud,
la brisa a las siete que anuncia un mundo por crear,
lo que no se entiende de la poesía
y no se llegará a pronunciar.
Soy la cara vulnerable de la desnudez,
la fuerza de los trazos de Artemisia,
el dolor profundo de la poeta rusa,
la errata en el cuento.