Atemporales

Hoy he sentido el peso de los segundos en mi cabeza. He observado lo despacio que puede llegar a pasar el tiempo. He notado el volumen que ocupan las palabras que no se dicen entre el pecho y la garganta. He saboreado la tristeza que guardo detrás de los ojos y encima de ellos. Las razones se esclarecen con lentitud cuando no se quiere admitir lo irremediable Mis emociones se bifurcan en esta parte del sendero.

Tus frases pisan las comas a las mías. Cuando se da el silencio           se da el silencio absoluto.

No me hace falta perderme para saber que nunca he sabido dónde estábamos.

Me apetece quererte desnuda esta tarde tirada entre las dunas, al sol.

Asumiré que he perdido el rumbo y no sé hacia dónde tengo que ir, pero sea donde sea, hoy sé que no es contigo.

Y qué más da que pierda la fuerza cuando me haces reír, si estando contigo no la necesito para nada. Y qué más da que perdamos una noche por haber reído, si cada vez que reimos una agradable arruga en nuestras caras cicatriza un pensamiento negativo

La naturaleza nos vuelve inertes cuando se cansa de nosotros. La música declina en silencio a base de tiempo. Los ojos dejan de ser ventanas para convertirse en espejos. Si estamos atados con lazos invisibles a este mundo, lo mínimo es estar en armonía con él. Con nuestra única casa. Nuestro amparo.

Me cubre la noche. Hay poca contaminación lumínica en este pueblo y entre una de las aspas del molino de La Unión y una farola de luz inerte, veo parpadear las estrellas. Esta noche no tengo interés en saber por qué... pero sí quiero que me encuentres en alguna de las calles de tu cuerpo, perdida sin saber cómo llegar hasta ti. Tengo miedo de que no estés cuando me dé la vuelta cuando haya decidido hacerlo mejor y crecerme. Tengo dudas a causa de algunos de mis deseos insaciables. Me cubre la noche y es hora de arropar el llanto, de refugiarse entre tus brazos y volver a tirar los dados, quiero que salga dos. Dos mundos. Tengo sed de ti ahora que no estás conmigo, ahora, tengo un hambre atroz.                            Te veré cuando caiga el sol esta tarde por el oeste.